Los asiáticos han inventado una técnica muy casera para pasar de ser hombre a mujer en cuestión de minutos y todo ello sin cirugía.

Tan solo necesitas algo de destreza, un poco de pegamento y un trozo de plástico transparente, de cocina nos sirve.

¿Ya tenéis todo el material? Pues manos a la obra!

El primer paso consiste en cogerse el pene y atarse el prepucio con una goma, dejando solo un trocito de pellejo por encima de esta. Hay que tener especial cuidado en no presionarlo del todo, pues no se podrá miccionar.

Posteriormente aplastamos el pene hacia abajo, y con una tira de plástico se une la punta de este con el perineo a la altura del ano.

Acoto seguido se unen las dos partes de la entrepierna y se tapan sobre los pliegues el pene, uniéndolos entre si con el pegamento y tiras de plástico.

Colocamos las tiras de plástico de manera transversal hasta dejar solamente visible el inicio del prepucio, el cual quedará en la posición de lo que sería la entrada de la vagina y por el cual podremos orinar.

Y este es el último trozo de plástico que colocaremos sobre las tiras transversales dejando un agujero que deje asomar el inicio del prepucio.

Y este es el resultado final… aparentemente parece una vagina.

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